jueves, 21 de agosto de 2008

1 colombiano muerto y al menos 2 heridos en el siniestro aéreo en España


La nacionalidad de otra sobreviviente, Gladys Ospina, está siendo verificada por la representación diplomática de Colombia en España. Podría tratarse de una colombiana con doble nacionalidad.

La tragedia aérea más grave ocurrida en España desde 1985 Al caso de la médica Ligia Palomino Riveros se sumó el de un niño de ocho años cuyo padre, también colombiano, falleció en el accidente, que deja por ahora un saldo de 153 muertos.

Palomino, hija de la periodista Ligia Riveros, salió despedida del avión. Sufre traumatismo cráneo-encefálico y lesiones vertebrales. Fue operada de fracturas en las piernas.

"Sentí vida cuando abracé a mi hija en urgencias del hospital, a pesar de que prevalecía un ambiente terrible de muerte", dijo ayer a EL TIEMPO, en Madrid, la periodista.

"Mi hija Ligia volvió a nacer. Es un milagro que nos regala Dios cuatro días antes de su cumpleaños", agregó.

El esposo de la médica también sobrevivió. Ella le contó a su familia que se encontraban en la novena fila.

Sobre el otro caso, la alcaldesa María Teresa González Marín informó que Alfonso Alfredo Acosta Sierra, de nacionalidad
colombiana, murió como resultado del choque, mientras que su hijo fue llevado al hospital con una traumatismo leve en una
pierna.

La madre del menor, Gregoria Mendiola Rodríguez, es una ciudadana española que está ingresada en el hospital Ramón y Cajal y permanece en estado de coma.

Hubo señales de alarma

De acuerdo con el relato de Ligia Palomino a su familia, poco antes del despegue se encendió la luz de emergencia, por lo que la nave regresó a la terminal y se produjo un retraso de una hora.

Solucionado el problema, la aeronave modelo MD-82 se dirigió nuevamente a la pista de salida. El aparato, con 172 ocupantes, se estrelló durante la maniobra de despegue, según fuentes oficiales.

La cifra de muertos y heridos fue anunciada por la ministra española de Fomento, Magdalena Álvarez, de acuerdo con los datos contrastados con Spanair.

Diecinueve heridos fueron trasladados a varios hospitales de la capital española, dos de ellos presentan pronóstico muy grave y otros 12 grave, mientras que el pronóstico de tres de ellos es reservado y el de los dos restantes leve, según un parte médico facilitado por el Servicio Madrileño de Salud.

Álvarez explicó que el siniestro se produjo a las 2:45 p.m. en un segundo intento de despegue del avión, después de que el comandante hiciera volver a la aeronave desde la pista a la puerta de embarque al detectar "una incidencia".

Asimismo, la ministra informó de la creación de una comisión de investigación, compuesta por "siete personas independientes", que está recogiendo "todo tipo de pruebas sobre el accidente", en especial la "caja negra" del avión, ya recuperada, que recoge todas las decisiones adoptadas en la aeronave.

Álvarez hizo hincapié en que el avión siniestrado tenía sus papeles en regla, que pasó su última inspección anual en 2007, que estaba pendiente de pasar en breve la correspondiente a 2008, que había superado 13 inspecciones específicas y tenía en vigor todos los documentos exigidos.

El vuelo JK5022 de la compañía Spanair, con destino a Las Palmas de Gran Canaria (archipiélago atlántico español), inició la maniobra de despegue a las 14,45 horas (12,45 GMT), después de un retraso de más de una hora, y por causas que todavía se ignoran el aparato se desplomó a tierra.

Una de las hipótesis manejadas es que un motor se incendió durante el despegue.

El fuerte impacto hizo que el aparato se rompiera y se originara un gran incendio dado que en el momento del despegue los aviones suelen llevar el depósito lleno de combustible.

Efectivos de los servicios de rescate relataron que el escenario que encontraron al acercarse al avión era dantesco, con muchos cadáveres carbonizados, y que no se podía apreciar que allí había un avión, excepto por los restos de la cola.

En el avión viajaban 172 personas, de las que 162 eran pasajeros, cuatro tripulantes de Spanair "en movimiento" (personal que se dirigía a su incorporación a otro destino) y seis tripulantes de vuelo.

Entre los pasajeros, según la lista que ha facilitado la compañía aérea y en la que no se especifica si han fallecido o han resultado heridos, viajaban veintidós niños.

Los cadáveres fueron trasladados a un pabellón del recinto ferial de Madrid, donde un equipo de forenses y expertos en pruebas de ADN realizarán las labores de identificación.

Se trata del mismo recinto que acogió a las víctimas mortales tras los atentados a varios trenes en Madrid el 11 de marzo de 2004, en los que murieron 191 personas.

Muchos familiares de los pasajeros del avión siniestrado se desplazaron hasta este lugar, donde son atendidos por psicólogos.

A últimas horas del miércoles llegaron a Madrid familiares de los fallecidos procedentes de Gran Canaria, algunos de ellos embarcados en otro vuelo de Spanair.

La desesperación de numerosos familiares contrastaba con el caso de una pareja canaria que perdió el vuelo por tres minutos y se salvó así del accidente.

El presidente del Gobierno español, José Luis Rodríguez Zapatero, suspendió sus vacaciones en Doñana (Huelva) y se trasladó a Barajas, donde afirmó que el Gobierno "volcará todos sus esfuerzos" en la ayuda a las familias y que el Ejecutivo, como el resto de los ciudadanos, se encuentra conmocionado y afectado por la "terrible" tragedia.

Las tareas de rescate de los cuerpos de las víctimas continuarán durante toda la noche, ya que quedan restos debajo del fuselaje de la aeronave.

Directivos de Spanair aseguraron que el aparato pasó la revisión anual el 25 de enero por personal propio de la compañía y desde entonces no había registrado incidencias.

El avión tenía quince años de antigüedad y llevaba nueve años en activo.

Las autoridades dijeron que no se dará a conocer la identidad de las víctimas hasta que hayan sido informados los familiares, por lo que tampoco hay datos aún sobre su nacionalidad.

Sin embargo se confirmó que entre los fallecidos hay dos suecos y un chileno.

El vuelo JK5022 era en código compartido, Spanair-Lufthansa, y el destino, Las Palmas, es un lugar tradicional de vacaciones, en especial en esta época veraniega.

Familia real española

Los Reyes de España y los Príncipes de Asturias visitarán el jueves a las familias de los 153 fallecidos. y 19 heridos.

Juan Carlos I y su esposa, Sofía, visitarán en primer lugar el aeropuerto de Madrid-Barajas, donde se reunirán con el equipo que investiga las causas del accidente.

A continuación se dirigirán al recinto ferial de Madrid (IFEMA), donde están siendo llevados los cuerpos de las víctimas para su identificación por parte de los forenses y donde se encuentran sus familias, indicaron los medios españoles citando fuentes de la Casa Real.

Seguidamente se trasladarán a los hospitales de la provincia donde están ingresados los heridos en el incendio del avión.

La Reina regresaba por la noche de Pekín, donde asistió a los Juegos Olímpicos.

Por la tarde, el príncipe Felipe, heredero de la Corona, y su esposa, Letizia, también visitarán el IFEMA y a los heridos.

El rey Juan Carlos I de España expresó este miércoles su "consternación", "horror" y "dolor" por el accidente, el mayor accidente aéreo en España desde 1985.

El avión, de la compañía española Spanair, filial de la escandinava SAS, viajaba con 172 personas a bordo, entre ellas 10 miembros de la tripulación y 22 niños, dos de ellos bebés, según la aerolínea.

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