Una potente onda tropical que ha afectado la isla desde el domingo, además de cobrar la vida de cuatro personas, estableció un récord en la cantidad de agua caída en un plazo de 24 horas, al dejar en algunas áreas más de 24 pulgadas de lluvia.
Ante los destrozos provocados por este sistema, el gobernador Aníbal Acevedo Vilá declaró al país zona de emergencia mediante orden ejecutiva.
En horas de la tarde del lunes, cuando las intensas lluvias aún castigaban buena parte de la isla, las autoridades reportaron 349 personas resguardadas en 19 refugios, en su mayoría en las zonas sur, sureste y suroeste del país.
"Se espera lluvia, y esto no se va a normalizar hasta mañana (martes) en la tarde", advirtió Acevedo Vilá en una conferencia de prensa en la que hizo un llamado a los ciudadanos para que demuestren su solidaridad.
El gobierno puertorriqueño emitió una orden para congelar el precio de venta del agua potable y del hielo, ya que más de 100.000 clientes de la Autoridad de Acueductos y Alcantarillados se encontraban sin ese suministro; unos 4.500 abonados no tenían servicio de energía eléctrica.
El Departamento de Educación dijo que las escuelas de 13 municipios en las costas sur y sureste seguirían cerradas el martes, mientras que el resto del sistema educativo intentaría recuperar la normalidad luego de suspender las clases el lunes.
El mandatario precisó que, tras declarar el país como zona de emergencia, se iniciará un reconocimiento de los daños y se aportará una ayuda inicial proveniente del Fondo de Emergencia del Estado, dotado con 50 millones de dólares.
Dijo que, dependiendo la magnitud de las pérdidas materiales, se determinará si se necesitará ayuda del gobierno estadounidense. Alejandro de la Campa, director de la Agencia Federal para el Manejo de Emergencias (FEMA, en inglés) en el Caribe, visitaría el martes, junto a representantes del gobierno local, 12 municipios del sureste, una de las zonas más castigadas por el temporal.
La Asociación de Agricultores estimó de manera preliminar en unos 14 millones de dólares las pérdidas de ese sector, que venía arrastrando una fuerte crisis económica debido al alto costo del combustible y los alimentos para el ganado.
El paso de la onda tropical dejó, en menos de 24 horas, 24 pulgadas de lluvia en el municipio de Patillas, en la costa sureste de Puerto Rico, lo que, según los registros del Servicio Nacional de Meteorología, representa un récord histórico.
Las lluvias del domingo en Patillas superan la cifra más alta hasta ahora, registrada en 1985 en la comunidad Mameyes de Ponce, donde murieron unas 185 personas por deslizamientos de terreno.
El domingo, dos hombres murieron ahogados luego de ser arrastrados por golpes de agua en Guayama y Las Piedras, ambos en el este.
Otro hombre pereció por un infarto cardíaco que le sobrevino mientras sacaba agua de su residencia inundada y el cuarto también murió por un fallo del corazón relacionado por las autoridades con la emergencia.
Rafael Mojica, del Servicio Nacional de Meteorología, precisó que la onda tropical se desplazaba en dirección oeste-noroeste.
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