jueves, 21 de agosto de 2008

Te imaginas ¿Qué pasaría si tratáramos nuestra Biblia de la misma forma como tratamos el celular?

- Cargaríamos nuestra Biblia en la cartera, en el maletín, en el cinturón o en el bolsillo.

- Le diéramos una ojeada varias veces al día.

- Nos volveríamos para buscarla si la olvidáramos en casa o en la oficina.
- La usaríamos para enviar mensajes a nuestros amigos.

- La trataríamos como si no pudiéramos vivir sin ella.
- La regalaríamos a los chicos, para su seguridad.

- La llevaríamos siempre a cualquier viaje, como auxilio y ayuda.
- La consultaríamos en todo momento

Amados, al contrario del celular, la Biblia no se queda sin señal y no se descarga.

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